Los jugadores de San Martín no celebraron sus primeros dos goles en el estadio Garcilaso porque el autor de ambos, Heber Arriola, ‘moría’ después de cada tanto. En la primera, tomó un pase de Alemanno y al caer en el área local, supo resolver con una rara tijera que infló las redes del arco de Cienciano.
El conjunto de Ospina sintió el golpe y a los 16’, luego de un tiro libre que rebotó en un jugador de Cienciano, remató Miguel Llanos y Butrón solo alcanzó a sacarla de adentro, pero la igualdad duraría poco.
Guizasola se escapó por izquierda y otra vez Arriola la mandó al fondo, esta vez con un zurdazo, pero quedó tendido —sin aire— por los efectos de la altura. En la segunda parte, ya en la agonía del partido, Quinteros hizo una pared con el volante Josepmir Ballón y este último terminó definiendo como atacante con un remate potente que decretó el 3-1 final.
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