No hay caso. Quilmes no puede ganar en el torneo Clausura y parece casi condenado al descenso directo. Esta vez, el equipo de Caruso Lombardi le ganaba 2-1 a Arsenal en Sarandí y por fin gritaba victoria en el campeonato, pero apareció Luciano Leguizamón en el descuento, puso el empate y amargó al Cervecero.
Pablo Vázquez, a los 26 minutos del primer tiempo, y Pablo Garnier, a los 37 del segundo, pusieron dos veces en ventaja a Quilmes, pero Lisandro López, sobre los 27 de la parte final, y Luciano Leguizamón, cuando ya corría tiempo adicionado, equilibraron las acciones para el conjunto de Sarandí.
La cara de Caruso Lombardi al borde de la línea de cal lo decía todo: la euforia por el gol de Garnier a ocho del final quedó sepultada por la desazón del empate del equipo de Gustavo Alfaro. El Cervecero sigue sin ganar en el Clausura y su suerte parece echada.
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