El equipo de Luis Enrique ganó el derbi con goles de Neymar y Messi. |
A seis fechas del final de La Liga, Barcelona visitaba a Espanyol y, en la previa de un nuevo clásico catalán rondaba el fantasma del "Tamudazo": en la anteúltima jornada de la temporada 2006/07, un gol de Raúl Tamudo empató el derbi sobre el final y el conjunto blaugrana, que se encaminaba al título, perdió el campeonato a manos de Real Madrid. Sin embargo, este equipo de Luis Enrique no cree en los espectros: con otro primer tiempo brillante, el Barça ganó 2-0 y se aseguró la punta del certamen español por una semana más.
Los azulgranas, conscientes de que cualquier tropiezo podía complicar por demás el torneo, salieron a jugar con autoridad y desde el minuto cero marcaron en la cancha la superioridad que indicaban los papeles. Antes de los 17 minutos, cuando Neymar culminó una gran jugada colectiva -que incluyó 25 pases y una asistencia de Luis Suárez sin tocar la pelota- y puso el 1-0, el visitante ya había tenido tres chances claras para abrir el marcador. Como para dejar en claro que no hubo ningún tipo de relajación luego de clasificarse a las semifinales de la Champions League y, de paso, avisarle al Bayern Munich de Josep Guardiola que el juego a un toque no se fue de Catalunya con la partida de Pep.
Pero Barcelona no es un equipo que se conforme con un tanto de diferencia y, por eso, tras conseguir la ventaja, aumentó la presión alta y rápidamente logró el segundo tanto del partido con otra acción con su sello distintivo. Andrés Iniesta, que en los últimos partidos recuperó su mejor versión, filtró un pase para un Luis Suárez que es cada vez más jugador de equipo, el uruguayo tocó para Lionel Messi y la Pulga, con poco ángulo, definió entre Kiko Casilla y el palo para ampliar diferencias y llegar a los 50 tantos en la temporada con la camiseta blaugrana.
En la segunda parte, el partido parecía continuar por las mismas calles, hasta que el árbitro decidió convertirse en protagonista: a los 9 minutos, Mateu Lahoz expulsó a Jordi Alba por reclamarle un falloy, desde ese momento, el encuentro se terminó. Porque, con uno menos, el equipo de Luis Enrique se dedicó más a cuidar la pelota que a atacar y el local fue pura impotencia. Aún así, el Espanyol tuvo un par de chances en los pies de Luis García y Cristian Stuani, pero no pudo batir a un Claudio Bravo que otra vez redondeó una buena actuación.
Al final, ganó Barcelona y le sacó cinco puntos de diferencia a un Real Madrid que, ahora, tiene la presión de ganar en su visita a Celta de Vigo si no quiere empezar a despedirse por anticipado del campeonato.
Publicar un comentario