El alemán de Mercedes superó a su compañero de equipo por un error en la estrategia y consiguió su tercera victoria consecutiva en Montecarlo. |
Parecía una carrera tranquila para el campeón del mundo, casi un paseo triunfal por las calles del principado luego de conseguir la primera pole position en este escenario hasta que por un choque y un error en la estrategia cambió todo, y su compañero de equipo Nico Rosberg se quedó con el triunfo.
Como en casi todo 2015, la lucha es entre los pilotos de Mercedes, el sábado tras un error del alemán, Lewis Hamilton había sido el más rápido en la tanda del sábado en un pista esquiva en su carrera. El domingo todo iba en marcha para el británico hasta que en el giro 64 el castillo se vino abajo.
El joven Max Verstappen se accidentó violentamente a gran velocidad contra los muros de contención con su Toro Rosso en la vuelta 64 y salió el auto de seguridad a la pista. Ante esta situación, en Mercedes llamaron a Hamilton a los boxes.
Pero la detención del británico fue un error de cálculos porque regresaría a la pista en el tercer puestos y no cómo líder como se preveía, con ocho giros por delante en un trazado cerrado y con pocos espacios para conseguir sobrepasos.
Así, el inglés que dominó todo el fin de semana veía como se diluían sus esperanzas de conseguir su cuarta victoria en seis fechas y su segunda en Montercarlo. Luego de la detención y tercero en la pista, comenzaron las discusiones por radio entre el equipo y el conductor. "No me hablen más", gritó un furioso Hamilton.
Adelante, Rosberg esperó la reanudación y cuando se dio la orden aceleró para escaparse en la primera colocación, dejando a Sebastian Vettel en el camino, y cruzar la bandera a cuadros. De esta manera, el alemán logró su segunda victoria de la temporada y la tercera consecutiva en las calles de Mónaco.
Publicar un comentario