El serbio Victor Troicki no podia creer el error del pequeño.
La cara del nene lo dice todo, "Fue sin querer, queriendo".
Unos de los requisitos que se le pide a un recogepelotas es celeridad. En el siguiente caso, sin embargo, la virtud se convierte en defecto. Las prisas de este recogepelotas a la hora de llevar a cabo su cometido anuló un punto y provocó la repetición del mismo. Sucedió en Roland Garros en el encuentro entre Troicki y Murray.
El chico corrió inexplicablemente hacia la pista cuando el jugador serbio estaba ganando el punto con un 'smash'. El juez de silla ordenó repetir el punto, que entonces ganó Murray, enfureciendo a Troicki y recibiendo abucheos por parte del público, comprensivo con el error del recogepelotas.
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