Lo único que puso en duda un rápido triunfo de Andy Murray (3) en la semifinal del Masters 1000 de Roma fue la llovizna, que apareció por momentos. No hubo paridad entre el británico y su rival, Lucas Pouille (52).
El francés había llegado a esta instancia como Lucky Loser por la baja de Tsonga y avanzando sin jugar los cuartos por el retiro de Juan Mónaco, pero la semifinal le quedó demasiado grande.
En apenas 1 hora y 2 minutos, el escocés se impuso por 6-2 y 6-1, concretando 4 de 8 chances de quiebre y sin conceder ni siquiera una.
Murray alcanza una nueva final en la gira de polvo de ladrillo, se perfila como uno de los candidatos para Roland Garros y quizás tenga revancha de lo sucedido en Madrid hace una semana, cuando cayó ante Djokovic, que este sábado en segundo turno juega su semifinal con Nishikori.
Publicar un comentario
Click to see the code!
To insert emoticon you must added at least one space before the code.