El equipo de Gary Neville, que había empatado como local en la ida, le ganó 1-0 a Las Palmas.
El primer examen a vida o muerte del entrenador de Valencia salió bien gracias a Rodrigo. Tras un comienzo como dominador del cuadro ché y la aceptación relajada de Las Palmas, confiado por el resultado del primer encuentro entre ambos, Rodrigo abrió el marcador temprano, a los 20 minutos de la primera mitad, tras una jugada de André Gomes.
Los de Quique Setién no lograron rehacerse en ningún momento y apenas puso en aprietos la meta defendida por Matt Ryan. Valencia, con ventaja en el global, logró sostener calmo su juego. Así, los primeros 45 minutos llegaron a su fin sin ninguna ocasión clara de gol más.
La segunda parte mantendría la misma tónica. El visitante controló el balón e impidió que el elenco canario generara chances de empatar. Con el correr de los minutos, Las Palmas se lanzó definitiva y desesperadamente al ataque y consiguió amenazar el arco valenciano. La más clara la tuvo Willian José con un remate al segundo que obligó al australiano Ryan a sacar una mano salvadora.
El anfitrión asedió más mientras menos faltaba para el final. Los de Gary Neville perdieron el dominio del esférico y la defensa apenas logró sacar los balones que llegaban al área. Consumado el triunfo, Valencia y Gary Neville celebraron la llegada a las semifinales, que compartirá con Barcelona, Celta de Vigo y Sevilla.
A diferencia del equipo ché, los dirigidos por Unai Emery no pasaron sobresaltos para meterse entre los cuatro mejores de la Copa del Rey: le ganaron 3-0 a Mirandés con goles de Iborra, Muñoz y Coke y redondearon un global holgado (5-0) que los llenó de confianza de cara a la siguiente instancia.

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